Mi vida sin mí. Mi vida conmigo.

Hay un momento en la vida (o varios), que no se yo si por fortuna o desdicha, comenzás a plantearte la idea fatal de que todo ha acabado. No tenés ya ganas de saber qué te espera después, no tenés ya fe en el misterio que encierra "el día de mañana".

Pues así fue como inició mi vida conmigo, un constante explorar, descubrir, intentar, para hacer más interesante esta existencia y no armar una vida sin mí donde todo sigue como siempre y otros disfrutan las cosas que me corresponde realizar.

Isabel Coixet es la directora de una de mis películas favoritas: "Mi Vida sin Mí", donde se plantea cómo un diagnóstico repentino puede impulsarnos en la búsqueda de hacer las cosas que nunca hicimos.

Rescato dos frases: 

"... y no sientes nostalgia de la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada. Ni siquiera nostalgia".

"Y sin sueños no se puede vivir".

Quién sobrevive de a la muerte o las ganas de irse con ella respira mejor, siente mejor, sonríe mejor y hasta la luz sobre las cosas resplandece de una manera diferente. De eso se trata ese constante movimiento de caer y levantarse.

Panorama: Día gris, a punto de llover, árboles a la expectativa. Cuadro visto a través de las ventanas.
Escuchando:Reflections of Passion - Yanni

Carrera del Día Olimpico

Con la nueva meta de realizar una carrera al mes, se avecinaba la que podría ser la elegida.

El 23 de junio se celebra mundialmente el Día Olimpico, el cual busca promover la amistad, el respeto y la excelencia. Es el único evento anual mundial del Movimiento Olímpico. Los comités olímpicos nacionales en los 5 continentes aprovechan esta oportunidad para compartir el espíritu olímpico con personas de todas las edades y condiciones. El Día Olímpico está pensado para todo el mundo, sin importar las habilidades deportivas. Es un evento deportivo, basado en los 3 pilares (muévete, aprende y descubre). 

Así fue como en todo el mundo se desarrollaron carreras cortas para lograr una gran fiesta deportiva y nuestro país no fue la excepción.

Ya lograda la primer Carrera en mayo, nos decidimos a formar un buen grupo para ser parte del ánimo runner que contagiaba y nos apuntamos a la de 6K.

Para mi sorpresa, los entrenamientos semanales que venía realizando casi por tres meses empezaron a dar resultados, el tiempo promedio conseguido fue de 7.40 min/km y la recompensa de llegar con una frescura a la meta como para seguir corriendo un par de kilométros más.

La llegada fue un logro personal más pero voy comprendiendo que quizá nunca sea suficiente llegar a la meta.

Panorama: Ni me entero, hoy me siento nostálgica.

Escuchando: Volar sin ti - Andrés Suarez & Buena Fe

Cerro Guazapa, Cuscatlán, El Salvador

Creo que hasta aquí, cuando como montañista beginner ya has pasado por la frustración, dolor, llorar, felicidad, orgullo y logro, sólo queda aprender a disfrutar y seleccionar cada nuevo destino.

Cansada de llegar con la vida a medias después del descenso de las montañas, me animé a ir a un recorrido "relativamente fácil". Prometía, guías expertos en ese lugar, y sólo 3 horas de ascenso y 3 de descenso, una de las cuatro rutas (la más ranger).

 Aún no llegabamos a la cumbre y ya era mágico volver a ver a los lados y hacia atrás.

Tan cerquita del cielo...tan profundo en mí interior. 

Luego de dos horas y media, con un grupo más reducido decidimos seguir subiendo hasta donde fuera posible. ¡Y finalmente llegamos a la cumbre! Valió la pena el esfuerzo extra.

Llegar a la cumbre y sentir tanta paz ... en medio de la ironía de que ese cerro fue uno de los escenarios más activos del conflicto armado. Desde acá se ve Chalatenango, Suchitlán, San Salvador.

En esencia puedo decir que es la escalada que más me ha gustado hasta el día de hoy. La compañía tuvo definitivamente que influir en esto pero las vistas impresionantes se llevaron el primer lugar.

Altura aproximada: 1438 msnm
Tiempo recorrido: 3 horas de ascenso y 3 horas de descenso

Panorama: Día soleado, fresco, con brisa.
Escuchando: Qué habrá sido de ti - Edgar Oceransky

Y por si fuera poco: Ahora quiero ser runner!

El perfil de un montañista está basado en la persistencia y la resistencia. Cada deporte tiene sus propias virtudes y defectos, nivel de exigencia y técnica requerida.

Comencé a correr en las últimas semanas de marzo de 2013, después de un par de meses de dar carreras a paso lento (unos 10 min/km), decidí que era hora de inscribirme en una carrera. ¡Mi primer carrera! La Mega Run 2013 inscrita en la categoría General 6K, una de las 32 categorías disponibles para competir. 

Las categorías fueron: Infantil, Juvenil, Pro, Familiares, General, Super Mamá, Over 50, Mascota.

En recorridos de :0.5K, 3K, 6K, 11K y 21K

No se me ocurrió mejor fecha que el cumpleaños de mi madre (5 de mayo de 2013), a quien no invité a verme en mi debut. A la fecha creo que aún guarda ese resentimiento.

Vale mencionar que después de varias carreras hechas, hoy puedo comentar lo especial de esta. Por lo general, los circuitos que presentan los organizadores miden más de lo que en realidad se corre, es decir, un circuito de 5 km mide menos de cinco. Pero esta carrera ha sido la única que ha sido lo contrario, se suponía que iba a correr 6K, pero gracias a la posibilidad en google maps de hacer la ruta, inmediatamente me dí cuenta que eran casi 8K, una distancia bastante mayor a lo que estaba acostumbrada.

Me inscribí, salí de parranda una noche antes y esperé que llegara el tan ansiado día. Tomé un yogurt de desayuno y me fuí directo a la carrera. Los primeros kilómetros fueron duros, te asustas cuando corres con casi dos mil personas que tienen más tiempo de entrenamiento y que avanzan los metros iniciales sin ninguna dificultad.

Ready, steady, ¡go!

La mitad del camino lo pasé intentando tratar de encontrar el ritmo de carrera adecuado que me asegurase que no iba a desistir y abandonar a medio camino. Me faltaba el aire mientras otros corredores más expertos me sacaron buena ventaja. Finalmente logré que el cuerpo se adaptara al ritmo y reduje el tiempo por kilómetros que había llevado hasta entonces.

Mi orgullo iba amainando y decidida a terminar caminando la carrera, reduje el paso y llegué al último kilómetro. Cuando estaba a 400 metros de la meta, mi corazón volvió a reanimarse y me dije: "voy a lograrlo, sólo falta un poco más".

No puedo describir la emoción que me embargó cuando cruce la meta y abracé a mi amigo que ya me esperaba ahí.

Cada inicio, si se vive de manera plena, es un momento pleno en la vida y abona increíblemente a  nuestra realización personal. La medalla que recibí es un símbolo para recordarme que el límite soy yo misma y que lo mejor siempre esta por venir.

Cuando logré recuperar el aliento lo único que pude decir fue: ahora vamos por los 10K.


Panorama: Lluvia constante pero sin intensidad.
Escuchando: O Sole Mio - Andrea Bocelli

Las Cascadas de Don Juan, Jujutla, Ahuachapán

Ya merecía un paseo relajado, después de haber vencido el Chinchotepec.

Esta vez el destino era un poco más comercial y menos explorer.

Las Cascadas de Don Juan, un sitio entre Ahuachapán y Sonsonate, como dice la canción de Manu Chao "por la carretera, por la carretera". Excelente lugar para disfrutar de una buena sopa de gallina a precio accesible y darse una bañada con aguas frías al estilo limpia para purgar los males.

Los propietarios se han esmerado en poner presentable el lugar haciendo maniobras de jardinería y arreglando el sendero hasta la primer cascada.

El recorrido dura unos 5 minutos para llegar a la cascada más grande, en ella se juntan dos ríos.

Para aquellos espíritus más osados se puede seguir la caminata por el sendero para llegar hasta la cascada más alta pero más pequeña. El recorrido tarda una media hora más por sendero amigable y con cuesta poco pronunciada.

 Nótese que el nivel de exigencia de esta caminata me permitió subir en short y zapatillas :)

Definitivamente un buen lugar para conectar con la naturaleza sin sacrificar la comodidad.

Panorama: Gente dando vueltas y buscando la salida.

Escuchando: Murmullos de conversaciones clandestinas y frases de despedida.

Volcán Chinchontepec, San Vicente.

Ya creyéndome toda una experta en senderismo, me apunté para la siguiente aventura: escalar el segundo volcán más alto del país.

Al llegar al Valle Jiboa, que fue de donde iniciamos la subida, y ver el imponente volcán que teníamos por desafío, flaquearon mis fuerzas y no en vano; me esperaban 5 largas horas de ascenso hasta la cumbre. Mi pensamiento era: "un paso después de otro, este 3 de marzo 2013 escalaré mi primer volcán".

Y así comenzamos, la vegetación de todo el camino es hermosa y variada. algunos Cafetos, plantitas de arvejas y flores diversas.

 El primer descanso antes de entrar al bosque.

Superada la primera mitad del camino (aproximadamente dos horas después de iniciado el camino) ya pueden disfrutarse de hermosas vistas del Valle Jiboa.

 El mejor segmento de sendero que he recorrido. ¿He mencionado ya que amo las hojas secas?

La primera lección que debería de aprender como niña exploradora es: nunca separarme del guía. Como no la aprendí antes de esta cumbre, me tocó improvisar la ruta, equivocandome de pico, el resto del grupo subió al del helipuerto, a mí me toco sufrir con la visa que había unos 2 kilómetros más de distancia y 100 metros más de altura. Vale, vale, me dejo el dramatismo; esta vista valió la pena el esfuerzo.

Haciendo cumbre en el Chinchontepec.

Para este punto, mi espíritu grinch, feo y verde había salído a flote. Tenía hambre, estaba cansada y las piernas me temblaban como si un enjambre sísmico se hubiera apropiado de mi cuerpo. Como en este pico no hay un lugar plano para sentarse a descansar, y obligada por encontrar nuevamente al guía, me conformé con apoyarme sobre un árbol por 10 minutos e iniciar el descenso sin mayor período de recuperación.

Debo decir que el nivel de impotencia y dolor ya me estaba sobrepasando y empecé a decirle a mi mejor amigo (quien era el que me acompañaba esta vez) que no lo volvía a hacer, promesa que como sabrán mis compañeros montañistas, nunca cumplimos a pesar de las lágrimas y las putiadas que vamos dando por el camino.

Regresamos por el pueblo de Nueva Verapaz, antiguamente llamado sólo Verapaz, pero que se rebautizó después del deslave en el volcán registrado en el 2009 a consecuencia de la tormenta Ida.

¡Hasta aquí me vine a encontrar a Don Bosco! Creo que la espiritualidad salesiana ha de seguirme eternamente. Después de casi 9 horas de caminar estaba ahí para recordarme que la santidad consiste en estar siempre alegres...y vaya que era difícil lograrlo con tanto dolor que sentía en ese momento.

Un cielo rojo por el atardecer nos despedía de camino a casa.

Altura aproximada: 2181 msnm

Tiempo recorrido: 5 horas de ascenso y 4.5 horas de descenso.

Panorama: Tráfico vehícular, gente dirigiéndose a casa después de la jornada laboral.

Escuchando:Confia - Fito Paez

Peñasco Blanco, Metapán, Santa Ana.

Después de una semana de recuperación iniciamos una nueva apuesta. Esta caminata de altura prometía: Iba poder entrar a una cueva y refrescarme en aguas cristalinas.

La curiosidad me arrastró pese al dolor y la experiencia de la última y recién salida explorer, eso sí, tuve que buscar nuevo acompañante porque no cualquiera, después de sufrir en una experiencia, tiene resistencia para aguantar otra a tan poco tiempo de vivida.

El destino: Montaña Peñasco Blanco, entrando por el pueblo San Miguel Ingenio en Metapán. Primero el camino hacia la cueva.

Debido a que no era temporada de lluvias, el calor y las condiciones propias de la montaña, había poca vegetación. De hecho, durante la semana se habían registrado un par de incendios forestales cerca del lugar.

Lo que nunca nos dicen los Picapiedras es que en sus casas hace un calor sofocante. Pudimos comprobarlo al entrar en la cueva en la que sudamos más por el calor que por el esfuerzo físico realizado para llegar a ella. Tuvimos que formar pequeños grupos porque el espacio era estrecho para contenernos a todos dentro y a los murciélagos nerviosos que nos esperaban.

Después, decidimos bajar a refrescarnos a las prometidas aguas cristalinas. Con expectativa y un poco de incredulidad empezamos a caminar, y ¡sorpresa! si son tan limpias como prometía el guía.

Así que sin dudarlo nos sumergimos a disfrutarlas. Esta fue la primera experiencia en montaña que no me dejó con ganas de no volver. Asumo que como todo, con la práctica se mejora.

Altura aproximada: 1865 msnm

Tiempo recorrido: Tres horas de ascenso y dos de descenso.

Panorama: Palmera de puntas amarillas moviéndose con timidez.

Escuchando:Un Beso Grande - Edgar Oceransky

Chiltiupán, La Libertad, El Salvador.

Ocho meses después de que prometí que no volvería a intentar ser montañista (promesa de borracho, como cuando durante la resaca dices que no lo volverás a hacer) lo cual fue incumplido totalmente, me apunté para intentarlo de nuevo. La razón: necesitaba después de una fuerte depresión, demostrar que había vida después de la muerte.

Y heme ahí, armando grupo para la montaña Cuervo Arriba en Chiltiupán, con la promesa del guía de que era una caminata fácil.

Al inicio el calor era agradable, al estar cerca de la costa la humedad combinada con el calor no anima a cualquier hijo pródigo que ha perdido la montaña. Empezamos a caminar y atravesamos un Balsamar, donde pudimos corroborar que aún se utiliza la misma técnica ancestral para obtener el bálsamo de los árboles cuyo poder curativo lo hace codiciable para la industria farmacéutica y los amantes de la medicina alternativa natural.

(Con lo que me encantan los senderos llenos de hojas secas).

En resumen, la técnica consiste en colocar trozos de tela en el tronco del árbol para que absorba el bálsamo que expulsa naturalmente. Luego estas porciones de tela son puestas a hervir para desprender el líquido a fuerza de torque (en buen salvadoreño, torciendo las telas) y es este el que se ocupa como materia prima para diferentes medicamentos.

Después de dos horas bajo el sol y con la escasa agua que por mala preparación me acompañaba, empecé a frustrarme, nos perdíamos del sendero y no lográbamos llegar a la cumbre. Unos 6 kilómetros de camino, en su mayoría cuesta abajo, lo que me intrigaba un poco ya que el objetivo era llegar a la cascada en la cima. Finalmente encontramos nuestro objetivo.

Ahí repusimos fuerzas y nos armamos de paciencia para iniciar el camino de regreso. Estaba feliz de haber llegado que se me olvidó que ahora todas las dulces bajadas se convertirían en duras cuestas a subir.

Me fui con la satisfacción de haberlo intentado y con ganas de volver por más. El aprendizaje de esta caminata fue informarse sobre la temperatura promedio por la que se va a subir para llevar ropa adecuada, además de proveerse de suficiente agua para todo el camino.

Altura aproximada: 1528 msnm.

Tiempo recorrido: Tres horas y media de ascenso y tres horas de descenso.

Panorama: Ventanas con persianas a medias. Día soleado y caluroso.

Escuchando: Tacones por el pasillo.